sábado, 29 de noviembre de 2014

SEAT 600 "FORMICHETTA" Mod. 1961 y 1966


SEAT 600 FORMICHETTA

 
Inicio hoy este nuevo blog que nace con el afán de viajar por las piezas de mi colección de vehículos a escala 1/43, viajando por su diseño, sus detalles, la historia real de esos vehículos, sus datos técnicos. De ahí el título del blog... "Viajando en escala 143". No aspiro a que nadie se sume a mi viaje por los vehículos y su historia que mostraré, pero si alguno lo hace...bienvenido y buen viaje!!!

 
No son ni mucho menos mis primeras adquisiciones sino las últimas. Dos SEAT 600 Formichetta (Hormiguita, literalmente) de Sólido. El primero se describe en sus bajos como del año 1961, y el segundo del año 1966. Tengo algunos ejemplares más de la "furgoneta 600" con los que en algún momento también viajaremos.
 
Abrimos la puerta de una Formichietta blanca de Pepsi Cola. Se abre hacia atrás, algo que con los años se corregirá. Nos acomodamos en un asiento parco, sin reposabezas, frente a nosotros tenemos el cuadro y el volante grande de dos radios, la llave de contacto se coloca en el centro del salpicadero de chapa, giramos y arrancamos...empezamos nuestro viaje. Se trata de una reproducción bastante lograda y en los cánones propios del fabricante Sólido. Un molde correcto, con algún exceso de pintura y justo en detalles pero muy correcto. El apoyo historiográfico de la reproducción es consistente y pudiera basarse en una transformación de una unidad de SEAT 600 N ya que reproduce los faros-intermitentes sobre las ruedas. La capacidad de carga no impedía que las cajas de madera de Pepsi se adaptaran perfectamente al espacio que la primigenia Formichetta ofrecía. Pese a la inscripción de 1961, la producción en serie se inició en 1963, tratándose, como ya he dicho, muy probablemente de una transformación hecha en SIATA de un modelo N.
 
La segunda unidad de SEAT 600 Formichetta, pertenece a una furgoneta de reparto de la marca NETOL, que en los años 60 y 70 tenia una importante cuota de mercado e incluso anuncios de televisión. Se trata ya de una transformación de Siata del SEAT 600 D con los intermitentes en el frontal en blanco y unos pequeños intermitentes en forma de botón en el lateral de las aletas de las ruedas delanteras.
 
Además de las furgonetas SIATA, el carrocero COSTA, de Tarrasa (Barcelona) también fabricó algunas unidades de Formichetta que se denominaron Furgoneta Costa y que se diferenciaban, básicamente por la caja menos alta y por las luces e intermitentes traseros. Este fabricante catalán también produjo algunos años después el SEAT 800, que era un 600 con cuatro puertas y 15 centímetros más de chasis y largo.
 
Las que mostramos son modelos fabricados en SIATA pudiéndose observar en la puerta trasera del motor en su parte inferior derecha el nombre "Siata".
 
 






 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 








 
GÉNESIS DEL SEAT 600
 
Diseño, gestación y desarrollo
Estructura y características básicas
En mayo de 1957 comenzaron a salir de las líneas de montaje de la factoría SEAT en Zona Franca las primeras unidades del SEAT 600. La marca española, que ya fabricaba el 1400 con licencia FIAT, negoció con la italiana la licencia para producir en Barcelona un segundo coche. Este modelo, el 600, era la segunda versión del que había sido lanzado dos meses antes en Italia, con mayor relación de compresión, leves cambios en la distribución y ventanillas descendentes en vez de correderas, entre otros detalles técnicos y estéticos. El modelo original diseñado por el ingeniero Dante Giacosa, respondía a unas condiciones muy concretas: un vehículo de 4 plazas y 450 kg de peso (200 para la mecánica y 250 para la carrocería) con una velocidad no inferior a 85 km/h, con plena libertad para decidir la ubicación del grupo motor-transmisión, delante o detrás. Tras analizar ambas posibilidades Giacosa eligió la fórmula todo atrás –popularizada por el VW Escarabajo alemán y el Renault 4CV francés- debido a su menor coste, pues en aquel entonces no estaba seguro de poder disponer de juntas homocinéticas suficientemente baratas y fiables para montar en un coche de tracción delantera producido en gran serie.
 



 
Aunque también se estudió un bicilíndrico opuesto refrigerado por aire, el motor que llevaría el futuro modelo fue un cuatro cilindros en línea con refrigeración líquida, dispuesto longitudinalmente detrás del eje posterior y unido a una caja de cuatro relaciones. Las válvulas, situadas en cabeza de la culata, eran accionadas por varillas y balancines mientras que la distribución se realizaba mediante un árbol de levas lateral mandado por cadena; el cigüeñal disponía de tres apoyos. La cilindrada inicial era de 570 cc y la potencia de unos 16 CV, suficientes para alcanzar 88 km/h de velocidad máxima con un peso total previsto de 515 kg. El radiador, debido a la falta de espacio, iba situado al lado del bloque y enfriado por una bomba de agua que se acoplaba al motor a través de un brazo en el centro del cual giraba el ventilador, orientado a contramarcha. Para calentar el habitáculo se utilizaba una solución tan simple como dirigir el aire caliente del motor hacia el túnel central de la carrocería, que lo conducía al interior del vehículo.

 
“El motor es de una simplicidad ejemplar, y simplicidad es sinónimo de fiabilidad”, escribió Giacosa en sus memorias. En realidad, todo el coche era de una sencillez proverbial. La suspensión, independiente en ambos ejes, con brazos triangulares y ballestón transversal delante, y brazos triangulares longitudinales y muelles helicoidales detrás. Los frenos de tambor en las cuatro ruedas, y la dirección de tornillo sinfín y sector helicoidal. Las llantas medían 12 pulgadas de diámetro. Había diseñado los elementos mecánicos de forma que la cantidad de chapa necesaria para contenerlos fuera mínima, e incitado a los responsables de la carrocería a reducir las dimensiones de los capós delantero y trasero.
Pese a su pequeño tamaño, no tenía porque ser un coche incómodo. De hecho, la habitabilidad fue una de sus mayores virtudes gracias a que había sido concebido desde dentro hacia fuera. Giacosa hizo dibujar primero el habitáculo a fin de situar el volante y los mandos de la forma más adecuada y poder determinar las dimensiones ideales de las puertas para entrar y salir fácilmente. “Con mis largas piernas me fue fácil mostrar a mis colaboradores cómo había que concebir la apertura de las puertas, el paso de los pies y la posición de los pedales en el pequeño espacio disponible. Siempre he sido muy exigente en lo referente a la posición del conductor y la accesibilidad.” Quizá las largas extremidades inferiores del técnico piamontés fueran el motivo de que las puertas del vehículo se abrieran a contramarcha.
El modelo recibió la denominación comercial de 600, guarismo a medio camino entre el cubicaje finalmente decidido (633 cc) y el peso resultante (590 kg); la potencia ascendió a 19 CV SAE (Normas de la Society of Automotive Engineers, utilizadas en esa época) a 4.600 rpm. la producción dio comienzo a principios de 1955. Su aceptación entre el público fue inmediata y el éxito tan grande que SEAT decidió apostar con fuerza para traerlo a España en una decisión que se mostró acertada, El SEAT 600 nació dos años después en Barcelona y su salida al mercado superó todas las previsiones.
  
EVOLUCIÓN DEL SEAT 600
 Modelos sucesivos: N, D, E, L. Variantes y derivados
El primer 600 fabricado por SEAT -al que posteriormente se denominará 600 N para distinguirlo de las siguientes versiones- presenta muy pocas diferencias con respecto al original. Lleva el motor de 633 cc y 21,5 CV SAE (Normas de la Society of Automotive Engineers, utilizadas en esa época) a 4.600 rpm, y su precio es de 65.000 pesetas. El interior es bastante espartano, con dos sencillos asientos delanteros cuyo respaldo se abate para permitir el paso a la banqueta posterior, detrás de la cual hay un pequeño espacio para bolsas y objetos.
 
 
 
A partir de julio de 1958 también se ofrece una versión con techo corredizo de lona, el SEAT 600 Descapotable, que cuesta 5.000 pesetas más que el normal. En la Feria de Muestras de Barcelona de 1959 SEAT exhibe un monovolúmen de 4 puertas, 6 plazas y 710 kg de peso, derivado de la berlina normal, al que denomina 600 Múltiple. No es otro que el FIAT 600 Multipla, pero a diferencia del italiano éste no llegará a fabricarse en serie.
 
En febrero de 1961 aparece el SEAT 600 Comercial, sin asiento posterior ni ventanillas traseras y acabado muy básico. Se trata de un pequeño vehículo de carga para flotas y usos comerciales, por lo que está exento del Impuesto de Lujo; la propia marca lo empleará en sus servicios de asistencia técnica en carretera. Aquel mismo año el SEAT 600 recibe una serie de mejoras técnicas (carburador más grande, dinamo y batería de mayor potencia, ventilador de aluminio) que le permiten ganar 3 CV de potencia y aumentar su velocidad máxima hasta sobrepasar la barrera de los 100 km/h.

En julio de 1963 SEAT lanza el 600 D, la versión de mayor difusión –se produce sin muchos cambios hasta 1970- que reúne un conjunto de mejoras sustanciales, entre ellas un carburador más grande, ya dotado de bomba de aceleración, depósito de gasolina de mayor capacidad y muñequillas del cigüeñal reforzadas. La cilindrada es incrementada a 767 cc y la potencia sube a 29 CV SAE (Normas de la Society of Automotive Engineers, utilizadas en esa época) a 4.800 rpm; también aumenta el peso (605 kg) pero la velocidad máxima es ahora de 110 km/h. El tirador de arranque desaparece en favor de una llave convencional ubicada en el centro del salpicadero. La nueva tapicería de paño y otros detalles contribuyen a mejorar el confort del habitáculo. En el exterior el cambio más llamativo son los pilotos delanteros de posición e intermitencia, que dejan de estar encima de las aletas para ubicarse bajo los faros.
En septiembre llega el SEAT 800, modelo sin equivalente en la gama FIAT. Esta berlina 600 de cuatro puertas era realizada fuera de la fábrica por Carrocerías Costa, de Terrassa, a partir de los monocascos enviados por SEAT, que volvían a la Zona Franca alargados 18 cm y con dos puertas más. El resto del bastidor y de la mecánica eran idénticos al 600 D, y costaba unas 74.000 pesetas. Por aquellas mismas fechas apareció otro derivado del 600 pero con vocación comercial, la Formichetta, una furgoneta construida en Tarragona por la firma SIATA sobre la plataforma del utilitario y con capacidad para 300 kg de carga. Más tarde, para satisfacer la demanda, Costa empezó a producir un modelo casi idéntico (copiado de la Formichetta, de hecho) que denominó Furgoneta SEAT Costa.

Durante los siete años que se estuvo comercializando el SEAT 600 D recibió diversas modificaciones tanto técnicas como estéticas (asientos, llantas, parachoques, viseras de faros, etc) dirigidas a mejorarlo en lo posible sin variar en lo esencial. Tal vez lo más significativo de este periodo fuera el lanzamiento en 1966 del nuevo SEAT 850, con la misma base mecánica que el 600 pero mayores prestaciones y comodidad.
En febrero de 1970 deja de fabricarse el 600 en Italia y se presenta su tercera evolución en España: el SEAT 600 E. La novedad más importante son las puertas, que por fin se abren en sentido convencional e incorporan cerradura a ambos lados. No hay cambios mecánicos pero sí estéticos o prácticos para mejorar el confort y la facilidad de utilización por parte del usuario (faros, tapizado, etc).

 
 

En 1972 aparece la última, más potente y mejor acabada de todas las versiones del 600: el SEAT 600 L Especial. Sin tocar la cilindrada (767 cc) se ha variado la relación de compresión (aumentada a 8,5:1), la distribución (incorporando el árbol de levas del 850 Especial) y la carburación (incremento de 1 mm en el diámetro del difusor), así como los colectores de escape, con lo que la potencia sube a 32,5 CV (SAE) -28 DIN- a 5.500 rpm, y la velocidad máxima a 120 km/h. La terminación interior es más cuidada, y puede llevar extras como alternador, luneta trasera térmica o moqueta en el piso. Cuesta 3.800 pesetas más que el E, pero continúa siendo el coche más barato del mercado español, incluso por debajo del Citroën 2CV-6.
En agosto de 1973 termina la producción del SEAT 600. Al año siguiente, la compañía lanza el 133, modelo estudiado conjuntamente con FIAT pero sin equivalente en la gama italiana. Sigue el esquema técnico del 850 y del 600 –a los que sucede- con la mecánica del 127 adaptada a la fórmula todo atrás y los rasgos estilísticos del 126. El 133 se distribuye en el mercado europeo a través de la red de FIAT, y se monta bajo licencia española en Egipto y Argentina. Su vida comercial se prolonga durante ocho años, cesando la fabricación en 1981 tras haberse producido más de 200.000 unidades. El avance imparable de los nuevos polivalentes con motor y tracción delantera deja obsoletos a modelos como el sucesor del  SEAT 600, uno de los últimos representantes del concepto todo atrás, tan común en los utilitarios europeos más populares a lo largo de casi cuatro décadas.
FICHA TÉCNICA SEAT 600
 

MODELO

600 N

600 D

600 E

600 L

800

Periodo de fabricación

1957-63

1963-69

1970-73

1972-73

1963-68

Cilindrada (cc)

633

767

767

767

767

Diámetro x carrera (mm)

60x56

62x63,5

62x63,5

62x63,5

62x63,5

Relación de comprensión

7,5:1

7,5:1

7,5:1

8,5:1

7,5:1

Potencia (CV SAE)

21,5/24,5

29

29

32,5

29

Carburador

22/26

28

28

28

28

Velocidad máxima (km/h)

95/101

110

110

115

108

Consumo medio (l/100 km)

7,2

8,0

8,0

7,8

8,0

Longitud (m)

3,28

3,30

3,30

3,30

3,48

Peso (kg)

590

605

605

615

635
 
 
FICHA TÉCNICA SEAT 600 FORMICHIETTA
 


Marca y Modelo

Siata Formichetta Mixta

Tipo

Turismo / Vehículo carga

Longitud total

3390 mm

Distancia entre ejes

2220 mm

Voladizo trasero

690 mm

Altura

1520 mm

Anchura total

1400 mm

Via anterior

1140 mm

Via posterior

1140 mm

Tara

650 Kg

PTMA/PMA

860 kg

PTMA/PMA 1º Eje

460 Kg

PTMA/PMA 2º Eje

400 Kg

Nº y dimensión de neumáticos

4 145/80 R12 

Nº Asientos

4

Tipo motor

Gasolina 4T

Nº cilindros

4

Cilindrada

767 cc.

Potencia fiscal

7,50 C.V.F.

Potencia real

29 Kw

Bastidor

Chasis Autoportante

Nº puertas

2

Nº retrovisores

2 (ext. izqui - inte)

Diámetro medio Volante

330 mm

Transmisión y tracción

Mecánica Trasera

Caja de cambio

Mecánica/Manual / 4+1 Atrás

Frenos

Tambor Del/Tras

Embrage

Mono-disco


 

SOCIOLOGIA DEL SEAT 600

Influencia del SEAT 600 en la vida de los españoles

Un fenómeno socioeconómico

El SEAT 600 vino a poner casi literalmente al país sobre –cuatro- ruedas. Su profunda influencia en la vida de los ciudadanos españoles sigue siendo materia de análisis para los estudiosos sociales. Cuando historiadores y sociólogos hablan de “la España del 600” se refieren a un periodo crucial de nuestro pasado reciente, en el que se deja definitivamente atrás la sombra de la posguerra para entrar en una nueva etapa marcada por la esperanza de un futuro mejor. Y nada lo simboliza con mayor propiedad que este pequeño utilitario, que contribuyó a mejorar las condiciones de vida de buena parte de la población poniendo a su alcance la posibilidad de disfrutar de cierta movilidad e independencia.

Cuando fue lanzado a mediados de 1957, el mercado automovilístico nacional contaba con una oferta muy limitada y las pocas marcas presentes todavía tenían escasa capacidad productiva: el 1400, un turismo de tipo medio-alto (140.000 pesetas) de la propia SEAT (10.590 unidades en 1956), el Renault 4/4 fabricado por FASA en Valladolid (5.780 ejemplares en 1956), de precio más elevado que el 600 (73.500 pesetas), y el inalcanzable Pegaso Z-102, sofisticado deportivo para ricos (desde 330.000 pesetas) que se hacía prácticamente a mano (en seis años sólo se construyeron 84), aparte de vehículos de importación sujetos a determinados cupos.



Por otro lado, su aparición tuvo un efecto letal para cierto sector de la industria: arrasó con la pléyade de microcoches, motocarros y motocicletas con sidecar que había dominado las calles y carreteras del país hasta entonces; la mayoría de sus fabricantes desaparecieron en pocos años o tuvieron que reconvertirse a marchas forzadas. Y es que el SEAT 600 era, por fin, un automóvil; modesto pero un verdadero automóvil con puertas metálicas, ventanillas con cristales que subían y bajaban, asientos para cuatro personas y hasta calefacción. Incluso podía llevar radio, aunque hubiera que pagarla aparte.

La expectación generada por el nuevo SEAT era enorme. Las solicitudes de compra alcanzaron cifras impensables: en marzo de 1957 la cartera de pedidos superó a los 100.000 y hubo que cerrar la admisión. Los plazos de entrega llegarían a prolongarse hasta cuatro años, dando pie a una curiosa picaresca para conseguir un ejemplar. En 1958 su producción se multiplica por 6. De 80 coches diarios en el primer trimestre de 1961 se pasa a 100, aumentando después a 120 para alcanzar paulatinamente los 240 hacia finales de 1964.

Con la llegada del SEAT 600 D en 1963 empezó su etapa de máximo esplendor, erigiéndose en el modelo casi hegemónico del parque móvil nacional durante casi una década. La fuerte demanda origina un aumento de producción, provocando una reducción de los costes que repercutirá en un descenso del precio de venta, lo cual volverá a estimular otra vez la demanda. Al mismo tiempo, el tejido industrial barcelonés se refuerza gracias a la demanda de toda clase de componentes generada por la fábrica de la Zona Franca. Es el inicio de una etapa prodigiosa para SEAT en la que su red de distribución se afianza y la marca consolida su primacía en el mercado español. Tiene una plantilla de 10.000 trabajadores y produce 300 coches diarios. La exportación forma parte de sus planes de expansión, y de las primeras remesas de SEAT 600 a Colombia pasará a exportar a doce países distintos.

Los españoles se habían bajado de la moto para subirse al SEAT 600, y sus familias se acostumbraron pronto a salir de fin de semana en coche. Con él empezaron a conducir muchas mujeres; luego podía quedar como segundo coche para la ciudad, y a su volante se iniciarían también los hijos y más adelante los nietos.

El auge de las excursiones dominicales y las vacaciones motorizadas sembró el germen del automovilismo recreativo dividiendo al país entre peatones y seatones -“la carretera nacional es tuya, hombre del 600”, cantó años después Moncho Alpuente-; el SEAT 600 hizo que se empezara a viajar mucho más no sólo por la península sino incluso a una Europa todavía desconocida para buena parte de la población.

“El secreto básico y prácticamente único de la estabilización económica española es el SEAT 600”, según este axioma del economista Fabián Estapé que él mismo atribuye a su maestro Joan Sardà Dexeus. Cuando un número creciente de personas de las clases sociales más modestas accede a algo tan simbólico como un automóvil la defensa de la propiedad privada empieza a encontrar partidarios inesperados. Aunque pagado a plazos y limitado a los fines de semana era un sueño de libertad al alcance de casi todos. Incluso quienes podían permitirse un modelo de mayor categoría lo utilizaban por razones prácticas. Su pequeño tamaño y gran maniobrabilidad lo hacía imbatible en el tráfico urbano. Por su sencillez, economía y resistencia el SEAT 600 fue la base del negocio de muchas autoescuelas, empresas de alquiler de coches, flotas comerciales...



El 3 de agosto de 1973 salía de la cadena de montaje el último 600, un L Especial de color blanco, que los trabajadores de la fábrica despidieron con una pancarta en la que decía: “Nacíste príncipe, mueres rey”. El fin de su producción era la crónica de una muerte anunciada que llenó portadas de periódicos y semanarios como Autopista: "Porque todos sabemos lo que ha sido el SEAT 600 en España,” – glosaba esta revista- “punto de arranque de nuestra vida moderna, centro de atracción de millares de familias, ilusión de la juventud estudiosa y entusiasta, aglutinante de esfuerzos, compendio de ensueños y realidades de superación..."

La popularidad alcanzada por el SEAT 600 es comparable a la que tuvo el VW Escarabajo en Alemania, el 2CV en Francia o el Mini en Inglaterra. Rebautizado con sobrenombres como Seílla o Garbancito o Pelotilla… reproducido como juguete, miniatura o coche de Scalextric, protagonista de innumerables chistes y chascarrillos, de una película y hasta una canción, la mística del SEAT 600 nace de esta historia de amor entre un país y un automóvil que excede su naturaleza mecánica. “El día que los españoles se subieron al 600 empezaron a alejarse de su pasado e iniciaron una excursión de fin de semana de la que aún no han vuelto”, escribió el desaparecido periodista y escritor Manuel Vázquez Montalbán, a quien se considera el cronista sentimental de la transición. El SEAT 600 será, para siempre, el coche de todos los españoles.



 SIATA FORMICHETTA 600-D


“Continuando con nuestra serie de artículos sobre vehículos industriales, modalidad que abordamos dentro de la categoría de automóviles, comenzando a partir de las menores cilindradas, presentamos hoy una versión de transporte desarrollada sobre el popularísimo 600-D, cuyo chasis, cabina de conducción y detalles accesorios han sido conservados, con aisladas y pequeñas modificaciones, para adecuarlo a la función específica del transporte de mercancías.



Antes de comenzar la descripción de los resaltados obtenidos a través de las pruebas consideramos hacer notar que el 600-D, en sus versiones italiana o española, es uno de los coches mejor logrados tanto en lo que se refiere a diseño como a construcción dentro de su categoría. No vamos a negar, pues, que somos entusiastas de este «automóvil de bolsillo», motivo por el que hemos de ser extremadamente cautelosos en la crítica, evitando cualquier prejuicio y ser arrastrados por ese camino a una sobreestimación de sus méritos.


Es evidente, sin embargo, que nos encontramos ante un vehículo de categoría universal, y cuyo diseño ha hecho famoso en la más alta escala, dentro del campo automovilista, al ingeniero italiano Dante Giancosa, creador del mismo, y que ahora puede tener la satisfacción de verlo rodar por todos los caminos del mundo; a tal punto, que este coche utilitario es construido actualmente, y merced a la concesión de patentes italianas a Rusia, por la marca Zaporozhets de ese país, a falta de un diseño propio capaz de igualarle. Se excluye decir que nos estamos refiriendo al turismo, base del transporte ligero que nos ocupa.


Hecho este preámbulo nos disponemos a presentar la “Hormiguita” (significado literal de su nombre), denominación acertada, pues se trata de un transpone liviano, pensado para desplazar cargas muy fragmentadas en repartos ágiles, principalmente urbanos y de paquetería.

 
 

La furgoneta Siata Formichetta 600-D se construye en dos versiones diferenciadas: el modelo COMBINADO y el STANDARD ambos con idéntica mecánica y estructura pero dotado el primero de ellos con cristales fijos en las puertas de carga y un juego de asientos escamoteables, anclados articuladamente bajo la plataforma de carga; hasta accionar unos pestillos para levantar ésta y que aparezcan los dos asientos de emergencia sin más preparación. Estos asientos, de relativa comodidad y separados entre sí, tienen la típica factura de transportines, y aquí pensamos si no habría sido preferible montar uno solo, eludiendo la falta de espacio en posición de plegado, al adoptar un sistema exento de grosor, tapizado, semejante a los que vemos en otros vehículos utilitarios. Así, el asiento unitario (corrido) permitiría acoger a tres personas con toda comodidad.


Esta furgoneta tiene una capacidad de carga útil de 300 kilogramos , condiciones de marcha muy semejantes al turismo y puede ser conducida con carnet de tipo E (antes de segunda). Su aplicación más idónea la encontramos en el reparto de ciudad, si bien su motor la permite cubrir distancias interurbanas respetables, en atención a sus características mecánicas, velocidad de crucero conveniente y protección y confort de sus servidores. 





DESCRIPCION DE LA CAJA DE CARGA
En principio hemos de decir que un automóvil de motor trasero no es la concepción ideal para ser convertido en furgoneta. No obstante lo cual, el ingenio con que han sido resueltos los inconvenientes da por resultado una caja útil en su carga y descarga. Otra cosa es ya el aprovechamiento de su volumen y la distribución de la carga.


La caja presenta, como puede apreciarse en el reportaje fotográfico dos portezuelas laterales amplias, con una altura de 95 centímetros y dimensión transversal de 74,5 centímetros en el vano que dejan practicable; es decir, su aclaramiento útil para recibir carga. Por ambas se alcanza la plataforma situada en pleno aprovechamiento de carga, a 44 centímetros del pavimento. Esta plataforma, que no ocupa toda la superficie de la caja, sino su mitad anterior, aproximadamente, en la parte posterior se continúa por dos repisas inevitables y que corresponden a los espacios ocupados por el puente trasero del coche, caja de cambios y cofre motor. Ese doble quebrantamiento reduce el volumen de carga, que aun así presenta una capacidad de 1,85 metros cúbicos .
En el plano posterior de la caja de carga encontramos un portón dotado de amplia ventanilla y que se abre acharnelado en el borde superior. Las medidas de este acceso son 88 x 43 centímetros y supone una facilidad para alzar los paquetes situados en la parte de atrás, toda vez que desde las portezuelas laterales sería incomodísimo.
Una vez levantada la plataforma de carga y situados los dos asientos en su posición útil, el espacio posterior se ve muy restringido, es irregular y de carga o descarga incómodas para paquetería de algún tamaño y peso.


 
La superficie portante está limitada por delante mediante un zócalo transversal, útil para fijar y contener la carga, evitando en buena proporción el abalanzamiento del porte sobre los ocupantes, toda vez que para facilitar más la carga y descarga de menudencias se han adoptado asientos abatibles de la misma factura que en el turismo; es decir, sin capacidad de contención por sí mismos en caso de frenazo brusco y colisión, detalle que se echa de menos en otros vehículos de su estilo.
 
Sin duda, la principal y gran ventaja que presenta esta furgoneta está en la facilidad que presta para su carga y descarga lateral, considerando la situación actual del tráfico urbano y, aún mas, la densidad que alcanzará en un futuro inmediato. Permite aparcar normalmente y realizar el transvase de mercancías cuando la proximidad de otro vehículo lo impide en una furgoneta de tipo corriente. Esto y lo bajo de su plataforma de carga la hacen extraordinariamente adecuada.
 
Las medidas internas de la caja de carga son: longitud, 157 centímetros ; anchura, 126 centímetros.


PRUEBAS DE CONSUMO
Las pruebas más laboriosas y que han de ser realizadas con mayor escrupulosidad son estas de consumo, fruto de repetidas experiencias, que requieren el montaje de instrumental complicado y de alta precisión, repitiendo los circuitos a diferentes velocidades y con riguroso control para eliminar toda posibilidad de error.
 
Con este fin, y una vez determinados los consumos, no conformes con ello, se realizan otras pruebas “testigo”, pasadas las cuales ya se dan como buenas las anteriores.
Para dar una idea de su ejecución diremos que el circuito escogido corresponde a una carretera de tráfico normal, con un perfil de pendientes adecuado para obtener un fiel reflejo del consumo particular del vehículo probado en condiciones de utilización normal. Este circuito, que es el mismo para todos los vehículos, tendrá, por tanto, además del valor comparativo, un significado real, capaz de servir de base al estudio económico de cada vehículo, en lugar de escoger los consumos de catálogo, cuyas verificaciones normalmente, y por haber sido realizadas en condiciones ideales, difieren bastante de la realidad de los hechos.
Estos tests se realizan sobre una base amplia de 5 kilómetros por verificación, lo cual reduce considerablemente la tolerancia y permite, ante todo, la realización de numerosos recorridos para obtener las medias exactas en colaboración a la fidelidad de los aparatos empleados.
Como dato elocuente diremos que un racor o llave de paso que produzca un goteo superior a 2 gotas por 5 minutos es automáticamente descartado, y debe considerarse aquí que un centímetro cúbico contiene 16 gotas de esencia, y un litro, 16.000 aproximadamente.
Los coches ruedan con sus neumáticos inflados a presión de catálogo, y se considera el efecto de los vientos como coadyuvante a un falseamiento del resultado final, así como la exactitud de la carga prefijada.


La Formichetta 600-D, después de ser sometida a tan formidable censura, arrojó los consumos que pueden observarse en el eje cartesiano adjunto. Es un gasto correcto y naturalmente, superior al turismo, tanto por el mayor peso transportado como por el perfil aerodinámico del vehículo, que presenta una superficie posterior de succión considerable.



FRENOS

El sistema de frenos, de tipo hidráulico, monta tambores de expansión clásicas a las cuatro ruedas del tipo de zapatas colgadas; la bomba de accionamiento es de doble émbolo, y para más detalles técnicos remitimos al lector a la serie de artículos publicados sobre el Seat 600 y 600-D, en cuyo desglose mecánico encontrará detalladamente estudiados todos y cada uno de los elementos que componen este famoso coche.

 


El freno de mano es de mando mecánico y actúa sobre las ruedas posteriores con plena eficacia y a través de los mismos tambores, a diferencia del modelo antiguo, en que bloqueaba la transmisión.
Realizadas las experiencias necesarias, se llegó a los resultados expuestos en el gráfico de la prueba, significándose que fueron practicadas sobre pavimento seco y plena carga, empleándose la señalización y sistemas de seguridad habituales en estos tests, ya bien conocidos de nuestros lectores.
La carga, afianzada en una distribución racional, no representó problema alguno, confiriendo por su naturaleza un gravicentro bajo al vehículo. No se observó tendencia especial a derrapajes anormales ni debilitación en la efectividad del sistema hidráulico en forma apreciable.
La presión aplicada sobre el pedal de freno para lograr la detención total de la furgoneta fue de 21 kilogramos , media de tres comprobaciones y resultado favorable, por supuesto. Globalmente, la superficie total de frenos es de 432 centímetros cuadrados.



EMBRAGUE

Es monodisco de tipo seco y gran simplicidad mecánica, pero dotado de todos los elementos de homogénea adherencia y progresividad elástica que caracterizan al conocido 600-D.
 

El pedal, que presenta una carrera aproximada de 200 mm., requería en el modelo probado una presión de manejo del orden de los 5 kilógramos para desligar la planta de fuerza de la transmisión.
A través de las pruebas no se presentaron anomalías funcionales de ninguna especie, manifestándose de suave manejo y progresividad comprobada; en definitiva, correcto.


CAJA DE CAMBIOS
Se encuentra equipada con cuatro velocidades de disposición clásica en H y tipo “cloche” por lo que se refiere a su mando, lográndose la marcha atrás mediante una ligera presión hacia abajo y atrás, sistema éste idéntico al turismo, de discreta docilidad de manejo y segura.
Los desarrollos son perfectamente adecuados, y esto, unido a la proverbial elasticidad de su motor, hacen la conducción sumamente agradable y exenta de complicaciones relacionadas con el régimen de giro del motor, punto muy interesante y que debe ser tenido en cuenta, pues defiende la vida del motor y desentiende mucho al conductor de una vigilancia molesta, particularmente en los tráficos densos.

 

La primera velocidad es eficaz hasta el límite de adherencia de sus ruedas y confiere a esta pequeña furgoneta una cumplida capacidad “trepadora”; el segundo desarrollo, dadas las características de par del motor y su relación, la hacen una velocidad casi de transición y para ser utilizada a baja velocidad, puesto que el vehículo demostró que con su tercera puede remontar desahogadamente todas las rampas más corrientes en carretera, incluso cargada con 300 kilogramos , rehaciéndose siempre el motor favorablemente y con buen margen. Se encuentran sincronizadas la 2.ª, 3.ª y 4.ª velocidades.
La cuarta velocidad no es sólo una velocidad económica en situaciones favorables, sino un elemento de empuje efectivo que, dadas además las condiciones de buena estabilidad del vehículo, le permite mantener velocidades medias de viaje muy interesantes, y que estimamos para carreteras de primer orden y con perfil medianamente regular, de unos 60 km/h ., y más razonablemente, pensando en la conservación del motor en su límite de carga, de unos 55 km/h.; esto en atención al consumo y el mejor rendimiento de su planta de fuerza. De las consideraciones anteriores se desprende que la furgoneta está perfectamente capacitada para realizar viajes habituales, con una autonomía del orden de los 600 kilómetros, que pone a su alcance, en utilización ordinaria y plena carga, cualquier punto de España.


 
MOTOR
Es el sensacional 600-D, con cuatro cilindros en línea y cilindrada total de 767 c. c., refrigerado por agua en circuito precintado y con depósito auxiliar que aparece montado a la izquierda de la mampara que limita el cofre motor.

El circuito de engrase presenta un depurador centrífugo de aceite, y es activado por una bomba de engranajes de tipo clásico.
La distribución se realiza por el sistema OHV montando válvulas en cabeza. Es, definitivamente, un motor de tipo ortodoxo, fruto de las experiencias y solera constructiva de las factorías de Torino en su diseño. Un motor completo, en el que no se ha regateado un mecanismo ni un tornillo para conseguir el plan propuesto, y del que solamente lamentamos que carezca de camisas removibles.
Su potencia real es de 32 CV SAE, a 4.800 revoluciones por minuto, con un par motor de 5,5 kilómetros , a 2.800 r.p.m. (SAE).
Lo encontramos ubicado en un cofre de generosas dimensiones, y al que se llega a través de un amplio portón que presta magnífica accesibilidad a todos sus órganos, aumentada por el levantamiento de la repisa posterior de carga. Es, pues, un coche cómodo para el mecánico.
La temperatura del cofre-motor tras un largo recorrido no pasó por encima de los 25 grados centígrados, con una temperatura ambiente de 4 grados.


LA DIRECCION
Se trata de un elemento aquí que tiene el mayor interés para el usuario; una dirección inadecuada ya hace un desmerecimiento ostensible del vehículo de que se trate, y, en nuestra opinión, pone en «cuarentena» la decisión de adquirirlo. Si bien es cierto que en los vehículos popularizados prácticamente no existe una dirección taxativamente mala, sí hay mediocridades, y es este el motivo por el que hacemos recaer la atención sobre este apartado en todos los artículos.

La dirección de la Formichetta es buena, francamente buena, dentro de su categoría; no presenta en absoluto reacciones producidas por el pavimento y no llegan a las manos del conductor en ningún caso, aun circulando por terrenos removidos.
Es una dirección estable y segura, sin tendencia a desviaciones producidas por el bombeo de la carretera.
Su construcción es de tornillo sinfín y sector dentado, todo ello incluso en una caja cerrada e inabordable por los agentes exteriores.
Los radios de giro, que gráficamente pueden ser observados en el esquema publicado, demuestran bien a las claras su capacidad de maniobra, asunto importantísimo para desenvolverse en las condiciones difíciles que plantea el tráfico todos los tilas. Entre las dos posiciones extremas de las ruedas media un giro de volante de tres vueltas y 135 grados, con una relación de 2/26.





PUESTO DE CONDUCCION

Es en todos sus detalles idéntico al turismo, pero más sobrio; en él se ha prescindido del revestimiento de caucho sobre las cajas de las ruedas, alguna moldura y el distintivo de la marca sobre el tablier.


 
En el cuadro de instrumentos encontramos todos los elementos habituales, situados compactamente dentro de un zócalo plastificado: velocímetro con cuenta-kilómetros, el cual arrojó un error por exceso del 4 por 100 (muy exacto); termómetro de agua, dividido en tres zonas, la verde o de uso normal, que abarca de 70 a 110 grados centígrados (el circuito es sellado); indicador de nivel de gasolina, carga de la dinamo, presión de aceite, etc., todo ello muy simplificado.
La calefacción es exactamente igual que en el turismo; en la furgoneta resulta lenta y, si se quiere, algo insuficiente debido a que la disipación de calor dentro de toda la caja de carga es grande; no obstante, y como quedó demostrado en su comprobación, con una temperatura externa realmente baja (4 grados centígrados), con el coche totalmente cerrado, dos personas a bordo y durante un tiempo medido de quince minutos, elevó la temperatura interior a 21 grados, creando un ambiente confortable dentro de la cabina.
El termómetro utilizado, de alta precisión y muy rápido, se situó alejado de las salidas de aire caliente, ubicadas bajo el tablier entre ambos ocupantes, y sobre éste, en forma de ranuras desempañantes y antihielo.

A la izquierda vemos las tres luces “testigo”, indicadoras de señal de dirección, posición y starter, que viene montando Seat hace ya algún tiempo.
Los asientos son francamente cómodos dentro de su estilo y medidas. La dimensión transversal de la cabina es de 110 cm .





SUSPENSION

Es de tipo independiente a las cuatro ruedas, habiendo sido aumentado el “hilo” de los resortes para recibir su máxima carga de 300 kilogramos. Indudablemente, el diseñador ha calculado un amplio margen de seguridad, contando ya con la posibilidad de que indebidamente, la furgoneta sea cargada por encima de la cifra de catálogo, y ha hecho bien, ¡por supuesto!; pero, sin embargo, eso apareja la pérdida, en parte, de las características de “paso cómodo” del 600-D.
La amortiguación es buena; pero los resortes resultan, a nuestro modo de ver, algo duros, de tal forma, que se queda en discreta; en ese término medio en que no se sabe qué decir.
Al entrar en pavimentos adoquinados, la absorción es perfecta y exenta de vibraciones; en los baches de mediana amplitud no se aprecia resultan, a nuestro modo de ver, algo duros, de y tiene, en general, una estética atractiva.





LA CARROCERIA

Nos gustó mucho; es fuerte y está bien concebida, presentando una terminación muy satisfactoria en su estilo y en los detalles
La caja de carga, de excelente terminación, posee la rigidez necesaria para estos vehículos y tiene, en general, una estética atractiva.
La estanqueidad está asegurada y todas las superficies de carga son fuertes y se encuentran guarnecidas correctamente, detalle que no debería ser olvidado en ninguna furgoneta, pues las superficies metálicas arañadas propenden a oxidarse y son resbaladizas para la carga, precisando mejor afianzamiento.

Únicamente sería deseable una mejor calidad de los cromados, que con harta frecuencia observamos con superficies de corrosión (en matrículas altas). ¿No podría la casa cuidar la sección correspondiente? Ese detalle y la ovalización excesiva de muchos volantes de conducción deberían ser corregidos en seguida.
Y para resumir la opinión que nos merece este vehículo, procedemos a la clasificación general que a nuestro juicio merece:
Acceso a la caja de carga: 10.
Acceso a los órganos del motor: 9.
Habitabilidad: 8.
Cambio de velocidades: 7.
Frenos: 7.
Maniobrabilidad: 9.
Suspensión: 6.
Solidez estructural del chasis: 9.
Solidez estructural de la carrocería: 9.
Dirección: 10.
Estabilidad en carretera: 7.
Calidad del motor: 10.
Capacidad de subida en rampas extremas: 9.

 
Y por último diremos que se trata de un vehículo de características sobresalientes, y en el que se recibe, sin, duda, todo la que hoy se puede dar por el precio que tiene. Es una furgoneta, repetimos, en la que no se ha prescindido de nada necesario ni se ha pretendido obtener de mecanismos exiguos más de lo que pueden dar de sí. Es un producto evidentemente bueno y completo, que con el tiempo se va haciendo acreedor a una fama bien merecida.
El precio del modelo combinado es de 86.876 pesetas, y el standard cuesta 84.000; ambos franco fábrica.”

(Fuente: Revista VELOCIDAD nº 235, 12-marzo-1966)